miércoles, 16 de noviembre de 2011

1º de mayo

Hoy es 1º de mayo, el día del trabajador y yo pensando con lógica, tendría que estar sudando la gota gorda para ir a tono con el espíritu que debe primar, el del sacrificio y del esfuerzo. Pero no tengo ganas ni de levantar este boli, la pereza atrapada en mi cuerpo pesa más que una bola de mercurio y es más tóxica.
Fuera, las nubes van formando figuras caprichosas que a cada rato sueltan un poco de lluvia a ritmo de truenos, con luz de relámpagos y mojan con saña mis cristales antes brillantes y libres de huellas. Los muebles están mudos pero me hablan en silencio; el polvo ha formado una capa homogénea y daña mis ojos. No puedo soportar ese peso ligero que ocupa todas las superficies con una disciplina digna de envidia, a lo militar, ganadora de todas las batallas y que me deja sin fuerzas para tantas guerras.¡Vaya derroche, tanto esfuerzo para eliminar a un enemigo pertinaz que volverá a ocupar sus posiciones en menos que canta un gallo!
Se acerca la noche.Es una caída lenta con cambios de color en el cielo copado de nubarrones oscuros, en un rincón el rosa se impone, es hora de soñar porque dormir, ya hace rato que duermo.

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