jueves, 10 de febrero de 2022

Las lilas

Este calor dulce que calienta mi espalda me hace olvidar que estamos en invierno.El jardín recién arreglado, luce hermoso y entre el verde reconozco las lilas, las mismas que tiempo atrás recogía en un pequeño ramito y llevaba de regalo a la abuelita Sole, eran sus preferidas. Un encuentro fortuito en el andén del tren, una charla casual y amena de vuelta a casa después de un duro día de trabajo y una frágil pero decidida anciana que apenas ve y me pide ayuda para asegurarse que baja en la estación correcta. Después al decirme adiós me comenta que vive con las Hermanitas de los Pobres en Conde de Borrell, veo en sus apagados pero chispeantes ojos una chispa especial, adivino que le gustaría verme otra vez, lo siento. Y así empezó una amistad que duró hasta que con 102 años murió ciega e inválida pero lúcida, rodeada de recuerdos y de monjas. No me llamaron para su entierro, no tenia hijos y la relación con algún sobrino que vivia fuera era distante, en el camino perdió todo y a todos. Maquilladora de profesión en una época en la que las mujeres aún dependian de los hombres, ella se separó muy joven de un marido maltratador y mujeriego al que recordaba con rabía y rencor porque en una paliza gratuita perdió un hijo y cualquier posibilidad de gestar otro. Le gustaba contar que habia maquillado a muchas estrellas de cine y del mundo del artisteo, se le veia un refinamiento en el habla y en la forma de moverse; en las fotos lucía un aspecto distinguido y elegante, era muy guapa.Fueron varios años de visitas de tarde a su habitación en la residencia, encuentros breves pero intensos, charlas amigables cargadas de emoción y pasado y también de futuro, el mio que se empezaba a formar de nuevo después de una ruptura traumática y de un viaje que me cambió la vida para siempre. Conoció, cuando aún veía un poco, mi casa y tuvo en sus brazos a mi hijo, instantánea que quedó plasmada en una foto del álbum del primer año de Darío. Las lilas me la han traido de nuevo al presente, allá donde esté espero que haya encontrado la paz y el sosiego y pueda verlas de nuevo.