viernes, 28 de octubre de 2011

UNIVERSO

Fuera luce un sol tibio. Aún el aire llega hasta mi con escalofrío, la primavera con sus brotes ha abierto de colores el patio mustio del invierno, una pequeña y diminuta tristeza quiere colarse en las hebras de mi corazón pero lo sacudo con golpes de esperanza, mañana será mejor. El ánimo quiere abrirse hueco y me gusta hacerlo pasar. ¡Qué frágil mantenerse arriba de las olas, navegar en un enclenque barco abarrotado de ilusiones y sueños por un temible mar donde rompen tormentas!
Suena sin parar esa música que me vuelve loca, por más que abro puertas y ventanas, ella sabe llegarme y me debasta. Trato de no oirla y no hay tapones para acallar su murmullo, ¿no la oyes?. Al final la dejo ahí, arrinconada, tal vez se canse y me abandone, mientras tanto sigo adelante en la desesperación de quien se sabe acorralado pero no se rinde; hay otras músicas, seguro, sigo buscando.
No puedo pensar, mejor no quiero, vamos a sentir, pero duele. Un millón de aguijones se hincan en la piel y me inflaman, soy una enorme bola de sentimientos, no sé si podré resistir tantos ataques, ¿o sí?, pero perderé tamaño y me quedaré pequeña, un punto apenas visible en este universo. Pequeña e ínfima intentando el control del pestañeo que va solo, mientras cierro los ojos y fuera giran las estrellas.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Seis de Abril

Quebranta la luna el espacio oscuro,
y deja silenciosa su silueta
redonda, blanca, fría y llena
avanzas toda ojo a mi sueño triste.
Al quebranto de luz,
que entra contigo,luna,
respondo con miradas a tu llena cabeza,
pelota enorme de este universo humano.
Si botón fuiste y hasta de nata, helado,
también el corazón de un gigante oso blanco,
tú que de noche reinas,
y sueñas ser la enamorada
de ranas y de sapos
que quieren besar tu cara en el cristal -espejo
del agua, allá en el lago,
para con tu magia,
rendir, ya príncipes, tu mano.

Celaje llegó

Seguiste las corrientes de aquellas golondrinas pasajeras
que cubren cielo y tierra con su canto.
Tú tampoco quisiste quedarte y alzaste el vuelo enamorado,
para encontrarte en el abrazo blando y protegido de unas manos,
cobijo de una cuna de mil  dedos.
Te has dejado llevar hecha una ola
a la arena lejana de un mar sereno,
el corazón marca el tic-tac del tiempo,
caracolas de luz rompen tu pena.
No estás sola, la mar no hace de ti naufragio,
teje contigo sueños.
¡Ojalá que el camino de espuma y sal
te lleve al mejor mundo imaginado!
donde colgantes golosos de dulce chocolate
brillen en árboles pastel
y caigan ya maduros a tu boca anhelante,
donde la guitarra rompa a tocar
y rasgue el aire y salpique de notas y de estrellas
la pecosa luna que quiere acostarse.
Dormir, dormir siquiera arropada con nubes de colores,
mientras soplando apagas la cara encendida que preside la noche.
Soñar, vivir y ser. Y ser contigo sin ti durante un tiempo,
te hace falta llegarte, estás dejando piel y algo de alma
en esta búsqueda de ti en un mundo nuevo.
Pero recuerda que al redondel de vida le salen:
brazos como caracolas,
manos como cunas,
amigos como lunas
y yo, soy uno de ellos.

LA SIESTA

Atrapa este dolor el cuello entero, agiganta su fuerza en mi maltrecho brazo, recorre agazapado todo mi cuerpo, me deja así en un grito su universo perverso. Siento y borracha de vida me dejo calentar algo de alma al sol; es tibio y deslumbra esta mañana tierna de otoño, mientras merodean palomas y gorriones en el patio. Clavado como una estaca sé que está aquí, pero lo aireo y le quito ese protagonismo egoísta que busca para someterme sin pausa a su martirio. A veces vence, otras pierde consistencia y se desvanece o arrincona esperando su oportunidad; persevera.
Miguel dice que es dolor emocional que se cuela en los rincones más inverosímiles de la osamenta, tocando músculos, glándulas, dolor físico que amasa el alma. Tengo una cordillera de ese mal, con miles de picos apuntando a centros neurálgicos de mi desvencijado cuerpo de mujer. ¡Qué carga más inmensa!
Vuelve el sol a traspasar mi piel con su mensaje amable. Mano delicada y hermosa, este calorcillo que me sube por el pecho, que respiro y huelo,; esta temperatura que deja su marca roja en mi cara, en mis manos, ¡qué placer tan intenso!. El dolor se atempera, parece domado y dormido en mi hombro derecho. Un octubre extraño, sin olor a castañas ni a boniatos; es el frío que no viene, mejor, lo quiero lejos.
Domingo, siesta y dolor, elegancia en el paso acompasado de unos palomos que esperan esas migas que no llegan. Quietud tras los cristales, los viejos duermen en sus hamacas; sueños inquietos, hay temor en su temblor de ancianos, miedo a no despertar. Es muy humano.

viernes, 7 de octubre de 2011

Soy toda luz

Ilustración: Yampier Báez (artista plástico cubano)
Van sucediéndose los días. Febrero amanece frío pero logra calentar pronto sus mañanas con el sol tibio que tanto me gusta buscar detrás de la ventana. Hay momentos en que la realidad se me ofrece a los ojos de una manera turbia, como si una distorsión ajena a mi desbaratara la forma natural de las cosas. A veces son lágrimas que resbalan por mi cara sorprendida; no esperaba encontrarlas, pero las dejo caer sin hacer ruido a la camisa que me cubre. Nada hay casual, el rojo de la tela se humedece y pierde un poco de brillo, pero resalta con el sol que la toca con la suavidad de la luz.

Soy toda luz, toda roja, toda lágrima y sigo mirando a la ventana que se abre a la mañana de un febrero amable, y me pregunto miles de infinitas, y pequeñas cosas; espero las respuestas.