domingo, 22 de agosto de 2021

Azul y blanco

Rompen las olas, su sonido mece y me lleva a un sueño tranquilo de verano. La música varía poco, en sus matices la composición crea armonía y te arrastra a lugares de donde no quieres volver. Son días suaves en sucesión de momentos breves y condesados porque las vacaciones no dan para màs. Hoy la roca me ha partido en dos un dedo del pie que luce un bonito color morado y late deprisa, deprisa como un segundo corazón. En el despertar del día, cuando el sol todavia està abriendo las nubes, salimos a pisar arena fresca y a acariciar las leves olas que caen sobre nuestros pies. Hay màgia en el gesto que repetimos invariablemente desde que hace una semana ocupamos un piso mirador abierto al mar.

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